Ataque sin precedentes contra instalaciones nucleares
Durante la madrugada del 13 de junio, Israel lanzó la operación “Rising Lion”, un ataque aéreo y encubierto dirigido a instalaciones militares y nucleares de Irán, como la planta de enriquecimiento en Natanz, este desplazamiento militar se considera el más ambicioso desde la guerra Irán-Irak.
Muertes clave en el liderazgo iraní
El bombardeo provocó la muerte de figuras fundamentales del régimen iraní: los generales Mohammad Bagheri, Hossein Salami, Amir Ali Hajizadeh, además de dos destacados científicos nucleares.
Hossein Salami, Ali Shamkhani y Mohammad Bagheri, altos mandos del régimen iraní, murieron tras el ataque israelí a instalaciones estratégicas en Irán. Su muerte marca una de las pérdidas más severas para el liderazgo militar del país en décadas.
Drones iraníes en represalia… la mayoría abatidos
Como respuesta, Irán lanzó más de 100 drones contra territorio israelí. La defensa antiaérea derribó la mayoría antes de que tuvieran impacto significativo. Israel también cerró su espacio aéreo y activó a decenas de miles de reservistas.
Drones Shahed-136 iraníes sobrevolando espacio aéreo de Jordania e Irak, durante el contraataque lanzado por Teherán contra Israel. Este modelo, conocido por su bajo costo y capacidad kamikaze, fue en su mayoría interceptado por sistemas antiaéreos aliados antes de alcanzar su destino.
Mossad operó desde dentro: ataque encubierto simultáneo
Simultáneamente, el servicio de inteligencia israelí introdujo armamento “encubierto” dentro de Irán —incluyendo drones explosivos— para neutralizar defensas antiaéreas desde adentro y maximizar el efecto ofensivo.
Agentes del Mossad habrían facilitado el ataque desde dentro de Irán, infiltrando drones y equipos para desactivar defensas antes del bombardeo.
“Si Irán no se detiene, podría producir una bomba nuclear en muy poco tiempo”
– Benjamin Netanyahu
El conflicto entre Israel e Irán ha cruzado una línea crítica. Con ataques directos, muertes de altos mandos y una respuesta inmediata con drones, el choque entre ambos países ya no es una amenaza futura: está ocurriendo. La tensión sigue creciendo y el mundo entero mira con atención lo que puede convertirse en una crisis aún mayor.